viernes, 28 de junio de 2019


EL MAESTRE DE ALCANTARA DON GUTIERRE

SOTOMAYOR Y LAS FAMILIAS DAZA CID Y

 SOTO

Don Gutierre de Sotomayor nació alrededor del año 1400. Encontrándose enfermo en Zalamea de la Serena otorgó testamento el 12 de octubre de 1453 ordenando ser enterrado en la Iglesia de Santiago de la Puebla de Alcocer, aunque no se conserva su lápida funeraria en este lugar sacro.

A pesar de sus votos de castidad tuvo al menos quince hijos con distintas mujeres; entre ellas destaca doña Leonor Daza, por ser la madre de su primogénito, don Alfonso de Sotomayor, según consta en la Provisión Real de Juan II de Castilla con fecha de 4-9-1437 por la que se legitima al citado hijo.

Los padres del maestre fueron el comendador Gil García de Aza y doña Teresa de Sotomayor. Los abuelos paternos, Ruy García de Aza, comendador de Paracuellos y doña Juana de Guzmán, señora de los dos Gumieles. Y los maternos, Fernando de Sotomayor y doña María de Raudona.

Don Gutiérre pasó su infancia en Valencia de Alcántara (Cáceres), donde don Juan de Sotomayor, su tío, era comendador y más tarde maestre de la orden de Alcántara. Tras ser depuesto su tío, se nombró a don Gutierre maestre de dicha orden. Además, el 6 de noviembre de 1444 Juan ll de Castilla dona las villas de Gahete e Hinojosa, en concepto de señorío al frey don Gutierre de Sotomayor, maestre de la orden de Alcántara, en agradecimiento a unos servicios muy importantes e inestimable ayuda contra el infante de Aragón don Enrique, en defensa del asedio de Sevilla, y la liberación de Córdoba, Carmona y Alcalá de Guadaira, que se habían rebelado, restituyendo los derechos del Rey Juan ll, hechos acaecidos entre marzo y mayo de1444.

La batalla de Olmedo, fue el 19 de mayo de 1445 y nada tiene que ver la donación de estas villas con la referida batalla de Olmedo, que es de fecha posterior. Más tarde le concedió el señorío de Puebla de Alcocer, Alconchel y otras villas.

Las ordenanzas del Hospital de San Antonio de Belalcázar mencionan al maestre don Gutiérrez como conde de esta villa, pero un estudio sobre las mismas duda de su autenticidad: entre otras consideraciones, por el tipo de letra empleada y que se refiere a la villa de Belalcázar cuando en la fecha (1444) en que están datadas las ordenanzas aún se llamaba Gahete.

Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la identidad del primer conde de Belalcázar. No obstante, en un expediente de hidalguía consta que Alonso Morillo, natural de Castuera y casado en Campanario, obtuvo sentencia de hidalguía en 1519 y en el mismo expediente se menciona que su familiar don Hernando Morillo «el Secretario» contrajo matrimonio con una hija de Juan Esteban «mayordomo de doña Elvira, mujer del conde de Belalcázar» (Doña Elvira de Zúñiga estaba casada con don Alfonso de Sotomayor y Daza), por lo que se infiere del documento que este señor de la villa era conde.

La identidad de la madre de don Alfonso también suscita dudas (hasta ahora), así hay autores que consideran que la madre no era doña Leonor Daza, como aparece en la citada Provisión Real de legitimación, sino doña Leonor de Guzmán y Córdoba, biznieta del maestre de la orden de Calatrava don Martín López de Córdoba, en base a un epitafio que en el siglo XVI ordenó colocar su biznieto sobre la sepultura, en la que se hiciera constar que la persona enterrada era Leonor de Guzmán, madre de Alfonso de Sotomayor.

Sin embargo, el maestre no la cita en su testamento como madre de su hijo Alfonso, ni se conoce la residencia de su familia en Valencia de Alcántara, ni se construyó el mausoleo familiar proyectado en Belalcázar, ni se la enterro en la capilla de doña Guiomar de Mendoza ordenada construir bajo pena de su maldición.

El jesuita Francisco Ruano afirma la existencia en Córdoba de una Leonor de Guzmán que estaba casada con Andrés González de Mesa, y las dos nietas que cita en su testamento doña Leonor López de Córdoba como hijas de su yerno don Juan de Guzmán "el Póstumo" y de Leonor Hinestrosa y López de Córdoba se llamaban Beatriz Ponce de Castilla y Catalina de Guzmán (muertas sobre 1428, muchos años antes del nacimiento de don Alfonso). En consecuencia, no puede ser la madre de don Alfonso y extraña que ambas mujeres tengan el mismo nombre, Leonor.

Una nota redactada en el siglo XVIII sobre la identidad de los padres de doña Leonor y aparecida entre los restos de la familia condal, es más extraña todavía porque se desconoce su procedencia y quien la deposito, así como el autor material de la nota confeccionada trescientos años después, y la más que probable confusión del que la escribió; como se confirma con los datos aportados por el citado jesuita. Dicha nota no se corresponde con la realidad ni hay hechos históricos rigurosos ni constatables de la existencia de esta mujer en aquella época ni de su relación con el maestre don Gutiérrez, justo lo contrario de lo que ocurre con doña Leonor Daza, de la que sí hay una Resolución Real que constata su maternidad y su existencia en la época de los hechos. Hay que tener en cuenta la costumbre muy extendida en Extremadura de anteponer el apellido más ilustre. Así, la misma persona podía aparecer en distintos documentos con los apellidos alterados o aumentados, priorizando el de la madre o abuela si era mujer.

La relación de la familia Daza con el maestre don Gutierre aparece en los pleitos de hidalguía que mantuvieron en distintas poblaciones extremeñas. Comenzaremos aclarando que el apellido Daza es de origen vasco y se extendió por Castilla y Extremadura a raíz de la Reconquista. En el siglo XIV el apellido era «de Aza» y posteriormente se simplificó en «Daza», como ocurrió con «de Oña» (Burgos) que se convirtió en el apellido «Doña».

En la de hidalguía de don Juan Daza, vecino de Belalcázar, casado con doña María Cid, de fecha 22 de agosto de 1550, consta que fue alcalde de referida villa al igual que su padre, Diego Daza. El abuelo Rodrigo Daza, vecino de Belalcázar, era originario de Valencia de Alcántara y el conde de Belalcázar, Gutiérrez de Sotomayor y Zúñiga lo puso a su servicio, junto a Pedro Cid, su primo hermano, por ser hidalgos, personas de gran confianza y naturales del maestrazgo de Alcántara, nombrándoles veladores en la fortaleza de la villa cuando aún no se había construido el palacio alcázar. Continuó como tal velador en tiempo de su hijo don Alonso de Sotomayor y Enríquez. Se hace constar que «el abuelo del litigante fue pariente del señor de la villa de Alconchel don Juan de Sotomayor». Según testigos de Valencia de Alcántara, «Gil García de Sotomayor, que era pariente muy cercano del maestre de Alcántara y del conde de Belalcázar, también lo fue de Juan Cid, padre del citado don Pedro Cid y de los Daza». Fue primo hermano del litigante don Pedro Díaz de Alburquerque Daza, hidalgo principal en Valencia de Alcántara. El padre del litigante llamado Diego Daza, estuvo casado en primeras nupcias con doña Mencía Dávalos en referida villa. Otro testigo dice que al abuelo «lo llamaban también Rodrigo de Valencia y estuvo al servicio del Conde que lo trajo a Belalcázar como escudero».

Después de conocer estos datos, se infiere que doña Leonor Daza perteneció a la familia Daza residente en Valencia de Alcántara, parientes del maestre y, por tanto, descendientes de los Guzmanes. Así, la abuela paterna del maestre era doña Juana de Guzmán, casada con Ruy García de Aza. El propio maestre tenía a su servicio a don Juan Daza Carvajal, según costumbre de los Sotomayor que solían rodearse de parientes para los cargos de confianza. 

Volvemos a encontrar el nombre de Leonor repetido en diversos documentos sucesivos en el tiempo. Así, en el expediente de ingreso como religiosa de Alcántara en 1696 de doña Leonor Daza se constata que en la Parroquia de Santiago de Valencia de Alcántara se halla una losa donde está grabado el escudo de armas del apellido Daza que son: cinco flores de lis con espada atravesada”.La torre del homenaje del castillo de Belalcazar lleva labrado en piedra el escudo ajedrezado de los Sotomayor y la cadena de los Zuñigas. Las almenas que coronaban las cinco torres originarias estaban labradas en flor de lis coincidentes con las armas de los Daza y fueron destruidas por los soldados franceses durante la ocupación. En el expediente de ingreso en la misma orden de su tía doña Juana Daza en 1646 se cita al frey Pedro Daza Gutierre hermano del abuelo y otros familiares pertenecientes a la referida orden de Alcántara, como el frey Francisco de Alva y Sotomayor. Los testigos declaran que en la capilla mayor de la Iglesia de Santiago el Mayor de Valencia de Alcántara tienen los ascendientes sus armas y entierros muy honoríficos y que allí no se entierra nadie sin su licencia. Se dice que “los Daza llegaron a esta villa en tiempo de los maestres”. Existen otras hidalguías de los Cabanillas Daza de Hinojosa del Duque y de Juan Cid de Pero Cid en Belalcázar. Las familias de los Daza y Cid en Valencia de Alcántara gozaban de solvencia económica, según se desprende del hecho de que la Ermita de la Virgen de la Cabeza en esta villa fue construida en el siglo XV por la familia Cid de Rivera y lucían las armas del apellido Cid en la capilla de la Misericordia de la Iglesia de la Encarnación en oro, una banda, de gules. Los Fernández-Daza en Campanario poseen el Marquesado de la Encomienda.

Los archivos conservan bastante documentación sobre las familias Daza, Cid y Soto de Belalcázar, que se encontraban enlazadas entre sí, gozaban de cierta relevancia social y económica y estaban muy relacionadas con los Sotomayor.

En un pleito del año 1631 interpuesto por doña Catalina Cid, natural de Belalcázar, reclama para sus hijas el patronato de la Obra Pía fundada por don Juan Suárez Carreño al ser biznieta de Juan Daza, pariente en tercer grado del padre del fundador de la Obra Pía. Catalina tiene dos hijas llamadas Catalina Cid e Isabel Daza. Dicen los testigos que «son principales e hijosdalgos». Doña María de Guzmán y Bobadilla, vecina de Sevilla, marquesa de Paterna del Campo, pidió también la dote para una hija que profesó de monja sobre 1750 por ser descendiente de la familia del fundador.

Es llamativo que una de las hijas de Catalina Cid lleva el apellido Daza y la otra Cid, según la costumbre de la zona.

Los hermanos Luis y Francisco de Soto Cid solicitan Real Provisión de hidalguía en 1620, basándose en otra anterior de 1550 en la que su abuelo don Luis de Soto demostró ser descendiente por línea de varón y legítima de los condes de Belalcázar. Entre los testigos estaba don Diego Suárez de Figueroa, alcaide del castillo de Belalcázar, quien declaró que los Soto vivían en la Villeta, al lado del castillo, y que el «conde lozano» y el «conde fraile» los tenían en mucha estima por ser sus allegados. Algunos testigos se refieren a don Luis como «Sotomayor, descendiente de don Hernando de Soto» al igual que sus otros dos hijos: Gutiérrez y Francisco. Se conserva un documento de embarque a Indias en 1511 de Gutierre de Sotomayor, hijo de Hernando de Soto y de doña María García de Sotomayor, vecinos de Belalcázar. En otro viaje, realizado en 1514, sus padres aparecen como Hernando de Sotomayor y doña María de Sotomayor.

En la capellanía fundada por doña María Gómez de Córdoba nombra entre sus sucesores a los descendientes de su prima doña María López de Córdoba, casada en 1548 con don Pedro Cid de La Sota que era hijo de Juan Cid y de doña Francisca de Soto. (Hay un árbol genealógico con partidas desde el siglo XVI hasta el XX). Suceden sacerdotes de las familias Cuadrado y de Medina Morillo-Velarde. Tras la disolución de las capellanías en el siglo XIX revirtieron los bienes sobrantes a la familia de don Antero Suárez Molera casado con doña Presentación Morillo-Velarde por ser los parientes más cercanos de la fundadora.

Don Pedro Cid funda una capellanía y dispone que sea enterrado en la Iglesia de Santiago bajo una losa con el título Pedro Cid y con el escudo y armas de su nobleza. Su sobrina María Cid era hija de doña Magdalena Cid y de Alonso Romero «secretario» de don Alonso de Zúñiga Sotomayor y después, de don Francisco de Zúñiga. Se menciona entre sus familiares a Pedro Cid hijo de Cristóbal Cid de Valencia y de doña Gerónima de Zúñiga. Este matrimonio fundó mayorazgo en Belalcázar. Otro familiar, don Diego Bravo Cid, fundó capellanía en su la capilla de la Resurrección.

Por último, nos referiremos a los Cid Cuadrado. El sacerdote don Diego García Rayo, en su testamento de 1655, funda una capellanía en la capilla de Jesús Nazareno, que era «suya propia» y desea ser enterrado en ella. Ordena que se trasladen a esta capilla los huesos de sus padres que están enterrados en «la cueva» de la capilla de san Bernabé, (debe haber una cripta subterránea) propiedad de su tío abuelo don Diego Cuadrado catedrático de Salamanca. Contiene también los restos de don Francisco Cuadrado de Tapia, casado con doña Isabel de Guzmán, y de doña Juana de Murillo Cuadrado, esposa de don Miguel de Medina Muñiz Atienza y Cabeza de Vaca. Menciona a su primo el capitán don Alonso Cuadrado «vecino de Cartagena de Indias, regidor perpetuo de ella y capitán general de la gente de caballos». Deja una cantidad importante de dinero destinada a hacer túnicas para las personas que lo pidieren, ya que intenta que todos los vecinos de la villa y sus descendientes sean hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno, y también deja otra cantidad para las cofradías de la Veracruz y del Rosario.

En el patio de la casa de la calle larga nº2 de Belalcázar se encuentra un dintel
que lleva grabado un escudo con flor de lis, y que pudo ser trasladado allí de la antigua portada de la casa o de otro lugar. Dicha casa perteneció a doña Magdalena de Medina Cid y su esposo don Alonso Sánchez de Arevalo Morillo-Velarde y Escobar, natural de Villanueva de la Serena, y que vino a finales del siglo XVII como alcaide del castillo. Su nieta doña María, esposa de don Juan de la Llave Becerra, vendió la casa a principio del siglo XIX.

En la ermita de San Sebastián hay un escudo de piedra que lleva una flor, aunque no está clara su definición por ser algo tosco. 

En consecuencia, los documentos mencionados ponen de manifiesto la relación de parentesco del maestre de Alcántara don Gutierre de Sotomayor con las familias de los Daza, Cid y Soto, y revelan las armas del escudo de doña Leonor Daza, madre de don Alfonso Sotomayor y Daza.

 

DOCUMENTOS:

ESCUDO DE DOÑA LEONOR DAZA QUE LLEVA CINCO FLORES DE LIS


MATRIMONIO DE PEDRO CID CON DOÑA Mª LOPEZ DE CORDOBA

CRISTOBAL CID Y DOÑA GERONIMA DE ZUÑIGA 

                                                                     
                                                                                                                MARIA CID

 


CAPILLA DE DON DIEGO CUADRADO

 


DOTE DE Mª DE MEDINA CARREÑO Y CABANILLA

  

 

TESTIFICAL DE DON DIEGO DE FIGUEROA


HIDALGUIA DE DON LUIS DE SOTO CID

  

HIDALGUIA DE DON JUAN DAZA

 


 

 

Referencias Bibliográficas:

Archivo de la Chancillería de Granada

Archivo Histórico Nacional

Archivo de la Nobleza en Toledo

Archivo del Obispado de Córdoba

Protocolos Notariales de Belalcázar

Rafael Fernández González (El Castillo de Belalcázar)

Manuel Ladrón de Guevara (Pleitos de hidalguía)

Francisco Ruano (La casa de Cabrera de Córdoba)

Margarita Cabrera Sánchez (Los Guzmanes de Córdoba y Las ordenanzas del hospital de san Antonio de Belalcázar)

Luis de Salazar y Castro (Historia genealógica de la casa de Lara)

Manuel Rubio Capilla (Belalcázar: historia, monumentos y personajes)

 

Cándido Gómez Suárez, cofundador de la asociación Turdulia y de su equipo de investigación histórica de Belalcazar.

                                                                                         

                                                                                          BELALCAZAR 10-12-2021